Imágen de la Naturaleza



Cuando contemplamos una imagen de la riqueza que nos ofrece la Naturaleza, estamos contemplando nuestra propia existencia, no podemos concebir el mundo y a nosotros mismos por separado sino que estamos completamente interrelacionado. No sólo formamos parte de ella sino que dependemos de ella. El destino y conservacíón de nuestro entorno es nuestro propio destino. Estamos unidos por un condón umbilical que no se cortará jamás. La conservación de nuestro entorno es la única garantía de nuestra propia supervivencia. La Naturaleza nos da el regalo de la vida y nos ofrece además el regocijo de los sentidos que nos envuelve por completo cuando estamos frente a ella en todo su esplendor. Nos embriaga y nos transporta cuando sentimos en nuestra piel la llamada de la tierra, cuando nos sumergirnos en el fluir del agua, cuando nos acaricia el viento, cuando percibimos sus olores o cuando escuchamos el sonido del mar o el estrépito de una cascada. Contemplar y percibir su belleza en estado puro hace que nuestro espíritu se eleve, vuele y fluya como el aire, fundiéndonos en un sólo abrazo y formando una entidad única e indivisible. La Naturaleza y el ser humano son una misma cosa que no se pueden separar. Su vida es nuestra vida y su destino es nuestro destino.

1 comentario:

SECREET dijo...

me gustó mucho lo que escrbió,hace falta pensamientos como estos.Estamos odiando en demasia e dejando el amor,cariño e Diós en el olvido. Nos vamos a arrepentir deque con inconsciência e irresponsabilidad terminamos com este mundo tan maravilhoso