La Soledad

A altas horas de la madrugada con la luz apagada, sólo el resplandor de un farol acompaña mi dolor. Me veo prisionero entre los dos muros de este callejón, donde sólo paredes veo y un gran silencio a mi alrededor. La tenue luz que me acompaña se refleja en el suelo, la pena me atenaza la garganta y me encoge el alma sin ningún consuelo. Siento el vacío en mi interior, la soledad me desgarra y la pena me enbarga, no puedo estar peor. Sólo en el callejón. Sólo con mi dolor.

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