La Palabra te puede transmitir multitud de emociones y un sin fin de sensaciones. Te evoca sentimientos de amor y pasión que te salen del corazón. Refleja la cara dulce, la ternura de un niño que te mira con cariño. La paz y tranquilidad de la Naturaleza que nos regala su armonía y su belleza, cuando describimos una puesta de sol o paisajes de mil y un color. La Palabra te aporta vivencias de largas vidas o expresiones profundas y cortas. Con la palabra se comparte todo lo que el alma siente y el corazón padece. Te transmite tristezas, alegrías, llantos y risas. Te hace soñar con aquello que anhela, la mano escribe y la mente vuela. La Palabra evoca tiempos pasados, presente o que no han llegado. La Palabra no conoce límites, no conoce barreras, sólo lo que tu interior te dicte y tu mano quiera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario