En Tierra de Nadie

En una Tierra que llega más allá de nuestros sentidos, en los límites donde comienzan los sueños y se abandonan los deseos, podemos encontrarnos con el valle de la calma y el árbol de la sabiduría, que se nutre de las inquietudes y el esfuerzo de superación, del intentar ser mejor y compartir más con los demás. Es un país construido con el sudor del sacrificio y las lágrimas del sufrimiento. Lo atraviesa siete grandes ríos: el de la justicia, la bondad, el amor, la hospitalidad, el cariño, la solidaridad y la inocencia que desemboca en el mar del alma. Tierra de nadie y tierra de Todos. Aquí se fabrican los valores y los principios del hombre; aquí nacen las raices de la vida, que se riegan con el dolor, la incomprensión y la fatiga. Se construyen con la siguiente pócima: una parte de igualdad, dos partes de respeto, mucha tolerancia y el resto de buena voluntad, por supuesto hay que aderezarlo todo con mucho amor para que tome consistencia y perdure en el tiempo. Con este extracto de virtudes no podemos garantizar nada, porque el resultado final depende de como se utilice por cada uno. Cuando tenemos todo preparado, se recorre en una caravana de nubes dirigidas por el viento, con ayudas Celestiales de todo el Universo. Lo ofrecemos de regalo en Tierra de humanos, pero a los demás mundos tampoco olvidamos. Damos a diestro y siniestro, entregamos de corazón y en mano; usamos la fuente de luz y a todos los seres llegamos. Sombras tristes, sin brillo y apagados, a todos entregamos. Almas grises, ruines y necesitados, desvalidos y desalmados; a seres crueles y mezquinos, poderosos y acaudalados. Damos sin excepción sean o no humanos, del mundo de las tinieblas, del mundo oscuro o del blanco, sin distinción, del mundo de la oscuridad o de las luces, y a ninguno olvidamos. Auras limpias y almas blancas, tenebrosas y malvadas; sombras tristes y siniestras de virtudes despojadas. La caravana de la virtud recorre su sendero entre mundos, llevando la luz, el despertar y el cambio, dando oportunidad a todos los seres de poderse corregir, vencer temores y desengaños. Llega la Luz donde estés tú y permanece a tu lado, mantenerla encendida tendrás tú que lograrlo. En la Tierra de nadie, perdida en el tiempo, donde comienza la vida y se forjan los sueños, se construyen los valores y principios que después regalamos. Unos los destruyen y los olvidan y otros deciden conservarlos. En aquella tierra de nadie, al final todos vamos, tierra de ausentes y tierra de todos, tierra de nadie y necesitados. Hay un lugar más allá del entendimiento, mucho más allá de la mente y del tiempo, donde la razón no llega y se pierde, y comienza el sentimiento. Es la Tierra de nadie, porque allí no llega el cuerpo, sólo las buenas acciones acuden a su encuentro. Tierra de Nadie y tierra de todos, desde aquí se reparten todos los sueños.

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